Últimamente me pasa que siento una gran necesidad de bloguear, sin embargo a la hora de ponerme enfrente del editor de posts se me seca lo que al parecer es mi cerebro.
Pienso en mi antiguo blog, ahí era muy fácil estar escribiendo constantemente, no sé, por un lado mi lado idealista influía bastante en mantener una inspiración, pienso también en la lectura cotidiana, definitivamente era una especie de gasolina para mi imaginación, en fin, creo que una parte super importante de mantener una labor bloguera es mantener insumos que permitan al cerebro generar ideas y necesidad de compartirlas.
Definitivamente un factor para alejarme del blog fué twitter. Twitter se convirtió en una forma más sencilla de hacer catársis con lo que traía en la mente, definitivamente son cosas frívolas en su mayor parte, pero a la hora de llegar al blog pensaba, ahora que digo si ya lo puse todo en twitter.
El punto importante aquí es que aunque tenga muchas teorías de porque no blogueo, todo se resume en hacerlo, ya que por un motivo tan simple como ese he logrado un post, muy malo, pero post al fin.
Mi objetivo es volver a crear la disciplina y acostumbrarme a éste ejercicio, cómico, mágico, musical.
"Y así ha tropezado con el primero de sus enemigos naturales: ¡el
miedo! Un enemigo terrible: traicionero y enredado como los cardos. Se queda
oculto en cada recodo del camino, acechando, esperando. Y si el hombre,
aterrado en su presencia, echa a correr, su enemigo habrá puesto fin a su
búsqueda."
“¿Qué le pasa al hombre si corre
por miedo?- Nada le pasa, sólo que jamás aprenderá. Nunca llegará a ser hombre
de conocimiento. Llegará a ser un maleante, o un cobarde cualquiera, un hombre
inofensivo, asustado; de cualquier modo, será un hombre vencido. Su primer
enemigo habrá puesto fin a sus ansias.”
Las Enseñanzas de Don Juan – Carlos Castaneda
El tema
elegido por el comité editorial para ésta edición de fin de año gira en torno
al cierre de ciclos, ¿cuántos de los objetivos que te propusiste al iniciar el
año lograste?, ¿cuáles lograste, cuáles no? ¿Por qué no los lograste?...
durante la junta del comité, al escuchar el tema de inmediato me puse a pensar
en mis objetivos, de los cuales no logré ninguno y me dio mucho coraje conmigo
mismo, por lo que pensé en hablar de lo que me había impedido lograr aquello
que me hubiera gustado y de inmediato pensé en los miedos. Y comencé un viaje
para descubrir y entender aquello que me había limitado cuando encontré una
contundente frase de Nelson Mandela que suscribo:
“Nuestro miedo más profundo es saber que somos poderosos más allá de
toda medida. Todos podemos brillar, tal y como hacen los niños. Y cuando
permitimos que nuestra propia luz brille, inconscientemente damos la
oportunidad a otras personas para hacer lo mismo. Conforme nos vamos librando
de nuestros miedos, nuestra presencia libera a otros automáticamente.
Esta frase
me dejó reflexionando sobre mí, y saber quien soy y que quiero en realidad,
solo así podré encontrarme y sintonizarme con mi yo más profundo, me puse a
buscar incluso en los llamados y criticados libros de “superación personal” y
justo encontré la siguiente frase en el libro “Vivir sin Miedos” de Sergio
Fernández: “Escuchar a su ser más
auténtico facilitará la tarea de encontrar un camino lleno de significado en la
vida”… Mi yo más auténtico, mis deseos más puros, escuchar a mi corazón… Me
doy cuenta que no es tan complicado saber ¿quién eres, qué quieres y cómo lo
harás? si te atreves a enfrentarte y a escucharte a ti mismo. Muchas veces
aprovechamos cualquier cosa para NO estar solos con nosotros, desde prender la
tele, el radio, entrar a facebook, twitter, hablar por teléfono, la blackberry,
leer. Hago cualquier cosa por no conversar conmigo, por no escucharme, y por no
enfrentarme a mi realidad mediocre, hasta que me doy cuenta de que estoy
haciendo todo mal y que así nunca lograré mis sueños.
Dentro de
todo lo que he investigado y discernido resumiría que para retomar mi camino
debo seguir los siguientes pasos:
Re-conocerme. Renacer si es necesario,
valorarme, aceptarme, respetarme. Reencontrarme con mis mayores
motivaciones.
Sentirme bien. Alimentarme sanamente física
y espiritualmente, ejercicio.
Definir destinos. ¿Qué quiero, cómo lo
conseguiré y qué obstáculos podrían impedírmelo?, pensando específicamente
en mis miedos.
Enfrentar los miedos. En todos lados
encontré que la única manera de enfrentar los miedos es exponiéndose a
ellos, no tiene mayor ciencia.
Les comparto
ésta reflexión como una despedida ya que será mi último artículo en esta
revista. Me dio mucho gusto participar y compartir con todos ustedes. Carpe
Vitae.
